Tabla de contenido
Las leyes normales
Todas las leyes normales de kashrut se aplican en Pesaj con un requisito adicional: la prohibición de jametz en un hogar judío.
Como se mencionó anteriormente, cualquier alimento elaborado con cualquiera de los cinco granos se considera fermentado si entra en contacto con agua durante más de dieciocho minutos. Una vez que cualquier cantidad de cualquiera de estos granos ha estado en contacto con agua durante dieciocho minutos o más, el resultado es jametz. (Esto es así incluso si a simple vista el grano no parece haber fermentado, porque se presume que la mera presencia de agua durante un período de tiempo suficientemente largo desencadenó el proceso de fermentación que resulta en jametz). Por lo tanto, cualquier producto que contenga cualquiera de estos cinco granos requiere supervisión y certificación rabínica para garantizar que no se produjo este proceso de fermentación (jimutz).
Es por esta razón que la matzá tiene que hornearse muy rápido: para que sea kasher para su uso en Pesaj, debe hornearse completamente antes de que pasen dieciocho minutos desde el momento en que se amasa con agua. Sin embargo, una vez finalizada la cocción, ya no puede producirse la fermentación. Existe una costumbre jasídica conocida como gebrokts, que literalmente significa “roto” y que teme que quede algo de harina sin cocer en la matzá.
Quienes siguen esta tradición sostienen que la matzá nunca debe partirse ni mezclarse con agua u otros líquidos, como por ejemplo al hacer matzá brei, un plato tradicional en el que la matzá se desmenuza, luego se mezcla con huevos y se fríe. Creemos que se trata de un rigor innecesario desde nuestro entendimiento de la tradición y la halajá.
(Las corrientes jasídicas demuestran su devoción a través un rigor extra en el cumplimiento de los preceptos, buscando estas jumrot, para cumplir lo más exigentemente posible la ley judía. Hay una frase talmúdica que dice “Todo aquel que es riguroso en el cumplimiento de las leyes de Pesaj, vendrá para él bendición”, y esto produce un efecto muy fuerte en las costumbres jasídicas de Pesaj. Si usted no pertenece a esas corrientes, puede comer tranquilamente matzá remojada (Kneidalaj, por ejemplo), sin temor a estar transgrediendo los preceptos de Pesaj.)
Tradicionalmente, las autoridades ashkenazíes consideraban que el arroz, el mijo, el maíz, la soja y las legumbres de diversos tipos estaban prohibidos en Pesaj porque con estos productos se podía convertir en harina que, a su vez, se podía hornear para hacer pan. Algunas autoridades permiten el aceite de maíz porque nunca podría confundirse con una sustancia prohibida.
Aunque muchas autoridades rabínicas han prohibido el uso de maní y aceite de maní, el Comité de Normas y Leyes (CJLS por sus siglas en inglés: Committee on Jewish Law and Standards) ha permitido su uso y consumo en Pesaj, siempre que estos artículos tengan la certificación kasher adecuada y no contengan ningún ingrediente jametz. (El CJLS adoptó una respuesta del rabino Ben Zion Bergman en ese sentido en 1986 y aparece en CJLS Responsa 1980-1990, págs. 263-266.) Los frijoles también se podían convertir en harina; por eso estaban prohibidos.
Sin embargo, las alubias verdes son una verdura y nunca deben confundirse con una sustancia prohibida; por lo tanto están permitidas (Klein, p. 116). La tradición sefardí nunca impuso estas prohibiciones adicionales, por lo que las autoridades sefardíes permiten el consumo de arroz, maíz, frijoles, mijo, soja y legumbres. Algunos han sugerido que, en aras de la unidad judía, todos los judíos deberían adoptar la tradición sefardí, pero esto aún no se ha convertido en una práctica estándar y los lectores deberían consultar a sus rabinos para obtener más orientación en este asunto. (El Rabino David Golinkin escribió al respecto, su posición en inglés en estos links aquí y aquí.)
La quinoa no es jametz ni una leguminosa y, por lo tanto, la mayoría de las autoridades Conservadoras permiten su uso en Pesaj siempre que no haya sido procesada con jametz.
El whisky elaborado a partir de uno de los cinco cereales se considera jametz. Sin embargo, ni siquiera los whiskies elaborados con otras sustancias deben usarse durante Pesaj a menos que hayan sido producidos bajo supervisión rabínica.
Existe una diferencia halájica importante entre los alimentos comprados antes de Pesaj y los comprados durante Pesaj. Esto se basa en el hecho de que existe un estándar de tolerancia para la presencia de pequeñas cantidades de jametz que podría encontrarse inadvertidamente en mezclas de alimentos comprados antes del comienzo de la festividad y otro estándar, mucho más estricto, para los alimentos comprados durante Pesaj en sí. Como resultado, hay alimentos que requieren una etiqueta “kasher para Pesaj” (o kasher lePesaj, en hebreo) cuando se compran durante Pesaj, pero que no la requieren cuando se compran antes de la festividad.
Los estándares
Los estándares que prevalecen dentro del Movimiento Conservador, respaldados por el CJLS, son los siguientes:
- Estos productos requieren una etiqueta kasher lePesaj sin importar cuándo se compren: todos los productos horneados (matzá o cualquier producto que contenga matzá, pasteles, farfalej, etc.), café y té descafeinado, vino, vinagre, licores, aceites, frutas secas, dulces, leche con sabor a chocolate, helados, yogurt, quesos, mantequilla, refrescos, atún enlatado, todo tipo de alimentos procesados, vegetales crudos congelados y jugos de frutas. (El atún en agua puede contener proteína hidrolizada o caldo de verduras que puede ser jametz. Sin embargo, muchos jugos enlatados y embotellados se clarifican o estabilizan con productos a base de legumbres, que no figuran en la lista de ingredientes). Para los judíos sefardíes, la presencia de kitniot en algunos de estos productos no presenta un problema siempre que no haya jametz presente. Cualquier alimento procesado comprado durante Pesaj debe estar certificado formalmente como kasher para su consumo durante la fiesta.
- Se permiten los siguientes productos sin una etiqueta kasher lePesaj si se compran antes, pero requieren certificación rabínica si se compran durante Pesaj: azúcar blanca pura sin aditivos, sal no yodada, pimienta, especias naturales, fruta congelada, leche, pescado fileteado, aceite de oliva (sólo extra virgen) y quinoa (sin ingredientes adicionales).
- Se permiten los siguientes productos sin una etiqueta kasher lePesaj cuando se compran en cualquier momento, durante y antes de Pesaj: frutas y verduras frescas, huevos, pescado entero fresco, carne y aves kasher frescas o congeladas (que no sea carne picada), especias y nueces enteras (es decir, sin moler) (incluidas nueces enteras o medias nueces), hojas o bolsitas de té puro negro, verde o blanco sin procesar, bicarbonato de sodio y café sin sabor.
El CJLS ha dictaminado que el polvo para hornear está prohibido debido al almidón de maíz que contiene (CJLS Responsa 1980-1990, págs. 267-269). Por otro lado, se puede utilizar bicarbonato de sodio, siempre que provenga de una caja nueva y sin usar. Azúcar rubia, si es de caña pura, se puede utilizar en Pesaj. Si es azúcar granulada, la situación depende de lo que se le haya añadido. Si no se ha añadido nada que sea jametz, se puede comprar antes de Pesaj y usar. Algunas autoridades prohíben el jarabe de maíz y otras lo permiten.
Cualquier detergente, limpiador, etc. que no sea comestible y que, por lo tanto, nunca se coma, puede usarse para Pesaj y no requiere supervisión rabínica. Estos artículos incluyen: alcohol isopropílico, productos de aluminio, amoníaco, filtros de café, aceite para bebés, polvos y ungüentos, lejía, carbón, papel de contacto, envoltura de plástico, abrillantador, desinfectantes, estropajos y quitamanchas. También se puede utilizar agua embotellada sin aditivos durante la festividad sin una certificación formal como kasher lePesaj.
Se permiten medicamentos recetados. Generalmente se permiten píldoras y cápsulas sin receta; para líquidos, se debe consultar a un rabino.
Algunos rabinos Conservadores han recomendado que los vegetarianos, incluso si son judíos ashkenazíes, no deben sentirse obligados a abstenerse de comer arroz, maíz, mijo, soja y legumbres en Pesaj.
Dado que existen muchas diferencias en las prácticas con respecto a estos temas, siempre es importante consultar al rabino. Casi nunca es posible determinar si un producto es kasher lePesaj simplemente leyendo la lista de ingredientes y, dado que los estándares de producción cambian de año en año, siempre es una buena idea consultar el sitio web de la Asamblea Rabínica para conocer sus actualizaciones anuales de Pesaj o consultar a un rabino local.
Los utensilios
Como se considera que los utensilios, ollas y platos son capaces de absorber jametz durante el transcurso del año, es costumbre retirar todos los utensilios de la cocina y reemplazarlos por otros especiales para usar en Pesaj. Sin embargo, algunos utensilios pueden volverse aptos para usarlos en Pesaj, pero es necesario someterlos a un proceso que elimine el jametz. Este proceso se llama popularmente kasherización de los utensilios. La siguiente explicación contiene pautas generales, pero para obtener más detalles se debe buscar el consejo de un rabino.
Los utensilios de cocina de metal utilizados para servir alimentos se pueden convertir en kasher hirviéndolos. En primer lugar, hay que limpiar a fondo los utensilios. Transcurrido un plazo de veinticuatro horas, se deben sumergir en un recipiente con agua caliente hasta que hierva. (Este proceso se llama formalmente hagalá). Luego, los utensilios se limpian nuevamente y están listos para su uso en Pesaj (CJLS Responsa 1980–1990, págs. 259–262). En el caso de ollas y sartenes, los mangos deben limpiarse a fondo. Si se puede quitar el mango, hay que quitarlo para una limpieza más profunda.
Para efectuar hagalá, el artículo debe estar completamente expuesto al agua hirviendo. Las ollas y sartenes se sumergen en una olla más grande con agua hirviendo (para artículos grandes, esto se puede hacer de una sección por vez), o se llenan con agua hasta que hierva, después de lo cual se deja caer una piedra caliente en la olla, causando que el agua fluya por los lados de la olla.
En el caso de los cubiertos, cada parte de cada pieza debe exponerse al agua hirviendo, habiendo diferentes visiones sobre qué tipos de cubiertos se pueden kasherizar y cuáles no. Después de este proceso de hagalá, cada utensilio se enjuaga con agua fría. Los artículos de plástico de alta resistencia, incluidos platos, cubiertos o piezas para servir, siempre que puedan soportar agua muy caliente y no se manchen permanentemente, pueden ser kasherizados por hagalá. Si hay alguna duda sobre si un artículo en particular puede ser kasherizado, se debe consultar a un rabino.
Los utensilios puramente metálicos utilizados en el fuego deben primero fregarse y limpiarse minuciosamente y luego exponerse al fuego directo (libún). Para lograr esto, coloque el artículo en un horno auto-limpiante y páselo por el ciclo de autolimpieza o use un soplete. (Caso el horno no posea esta opción, hay que limpiarlo profundamente antes de encenderlo y quemarlo para kasherizarlo.)
El uso de un soplete es un procedimiento complicado y potencialmente peligroso y puede provocar decoloración o deformación del elemento metálico que se está kasherizando. Se debe tener precaución al realizar libún. Los moldes y bandejas de metal para hornear no se pueden kasherizar porque el fuego directo requerido provocará deformaciones.
Los utensilios que se usan sólo para alimentos fríos y que nunca entran en contacto con alimentos calientes o con fuego pueden convertirse en kasher lavándolos minuciosamente.
La loza (alfarería, platos de cerámica, tazones u otros tipos de ollas o jarras) utilizada para alimentos calientes durante el año no puede ser kasherizados. Sin embargo, la porcelana fina que se había usado para jametz pero que no se ha usado durante más de un año se puede usar para Pesaj si se frega y limpia minuciosamente con agua caliente (CJLS Responsa 1980-1990, págs. 259-262). Esta porcelana se considera parve y puede designarse para uso tanto de cárnico (basarí) o lácteo (jalaví).
El vidrio se considera no absorbente y, por lo tanto, no requiere kasherización más allá de una limpieza y enjuague cuidadosos. Sin embargo, algunas autoridades creen que la cristalería debe kasherizarse mediante un proceso de inmersión en agua hirviendo (CJLS Responsa 1980-1990, págs. 259-262). Otros recomiendan un proceso de remojo más extenso mediante el cual la cristalería se coloca en un recipiente más grande, luego se deja en remojo durante setenta y dos horas, cambiando el agua cada veinticuatro horas.
Los hornos
Los hornos se kasherizan de la siguiente manera: En primer lugar, se debe fregar y limpiar minuciosamente cada parte del horno que entre en contacto con los alimentos. Luego se debe dejar el horno lo más caliente posible durante una hora. (Si hay una configuración para asar, se debe usar). Los hornos autolimpiantes se deben fregar y limpiar, para luego pasar el ciclo de autolimpieza. Los hornos de limpieza continua deben ser kasherizados de la misma manera que los hornos normales (CJLS Responsa 1980–1990, págs. 259–262).
Si el horno estaba muy sucio al principio, es posible que se necesiten dos ciclos para asegurar una limpieza completa. Las hornallas deben limpiarse y fregarse minuciosamente, luego encenderse y dejándolas encendidas hasta que estén al rojo vivo. Los hornos de convección se pueden kasherizar como los hornos normales, pero al limpiar hay que asegurarse de limpiar a fondo alrededor del ventilador.
Las hornallas eléctricas con superficie de vidrio lisa requieren kasherización mediante libún e irúi (verter agua hirviendo sobre la superficie de la estufa). En primer lugar, hay que limpiar a fondo la parte superior de la cocina; luego hay que encender las bobinas a fuego máximo hasta que estén al rojo vivo. Luego se debe verter agua hirviendo sobre la superficie y alrededor de los quemadores.
Los hornos microondas que no tienen opción de convección se deben fregar minuciosamente. Luego se debe colocar una taza con, como mínimo, 300ml de agua adentro para calentar en el microondas hasta que el agua casi desaparezca. (Al menos el 80% del contenido debe evaporarse). No es necesario calentar hasta que el agua se evapore por completo, ya que esto puede dañar el aparato. Un microondas que tiene un elemento para dorar no puede ser kasherizado (CJLS Responsa 1980–1990, págs. 248–249).
Como se mencionó anteriormente, los platos de vidrio utilizados para comer y servir alimentos calientes pueden ser kasherizados limpiándolos y luego sumergiéndolos en agua hirviendo (hagalá). Los utensilios de cocina de vidrio se kasherizan con el mismo método que se utiliza para una olla de metal (ver arriba). Las cuestiones relativas a los utensilios de vidrio para hornear, como CorningWare®, Corelle®, Pyrex® y otras marcas similares, son complejas. Algunas autoridades permiten que los utensilios de vidrio para hornear se kashericen, mientras que otras no. Se debe consultar a un rabino para obtener orientación.
Las ollas a presión pueden ser kasherizadas. Las distintas partes deben kasherizarse por separado.
La mayoría de las autoridades no permiten que los utensilios de cocina recubiertos de Teflon® sean kasherizados, especialmente si hay rayones en la superficie del Teflon®. Los que sí lo hacen, sin embargo, sólo lo permiten si se limpian cuidadosamente y luego se sumergen en agua hirviendo. Dichos artículos sólo deben ser kasherizados después de veinticuatro horas sin uso. Los moldes para hornear recubiertos de Teflon® no pueden ser kasherizados.
Un fregadero (pileta de cocina) de metal se puede kasherizar. Primero limpiándolo a fondo y luego vertiendo agua hirviendo sobre él. En el caso de uno de porcelana, se debe limpiar y utilizar una rejilla o recipiente que lo cubra. Si los platos se van a remojar en un fregadero de porcelana, se debe utilizar un recipiente especial para colocarlos.
Las mesas, armarios, refrigeradores y alacenas deben limpiarse y cubrirse minuciosamente. Los revestimientos adecuados incluyen: papel adhesivo, papel normal, papel de aluminio o tela que no contenga jametz. Muchas superficies de alacenas pueden ser kasherizadas simplemente con una limpieza a fondo, una espera de veinticuatro horas e irúi (verter agua hirviendo sobre las superficies).
Para que el irúi sea eficaz para la kasherización la superficie no debe tener grietas, muescas o rayones finos que puedan verse a simple vista. Irúi puede kasherizar superficies de laminados plásticos, piedra caliza, esteatita, granito, mármol, vidrio, Corian®, Staron®, Ceaserstone®, Swanstone®, Surell® y Avonite®. Una superficie de madera que no tenga rayones puede ser kasherizada por irúi. La eficacia potencial del irúi depende del material del que esté hecho el mostrador. Si una alacena no puede ser kasherizada, simplemente debe limpiarse y cubrirse.
Un lavavajillas debe limpiarse lo más a fondo posible, incluida la zona interior alrededor del drenaje y los filtros. Luego se debe ejecutar un ciclo completo con detergente (con las rejillas insertadas) con la máquina vacía. Después de veinticuatro horas de inactividad, el lavavajillas debe volver a funcionar vacío (con las rejillas insertadas) y programarlo para funcionar a su mayor temperatura para terminar el proceso de kasherización. Si los lados del lavavajillas están hechos de esmalte o porcelana, el lavavajillas no puede ser kasherizado para Pesaj (CJLS Responsa 1980-1990, p. 262).
Los aparatos eléctricos pueden ser kasherizados si las partes que entran en contacto con jametz son removibles. Si las piezas no son removibles, o si son removibles pero no aptas para kasherizar, el aparato no puede ser kasherizado (CJLS Responsa 1980–1990, p. 262). Todos los utensilios que no sean de Pesaj deben almacenarse con cualquier jametz que haya sido vendido y guardado bajo llave para evitar su uso accidental. Se recomienda comprar pequeños electrodomésticos destinados estrictamente para uso en Pesaj, evitando así la dificultad de kasherizar electrodomésticos.
Los platos, ollas, utensilios y alimentos jametz que se hayan vendido y que no sean de Pesaj deben separarse, cubrirse o guardarse bajo llave para evitar su uso accidental.
Todos los estándares anteriores están de acuerdo con la Guía de Pesaj publicada anualmente por la Asamblea Rabínica y su Subcomité de Kashrut. Debido a que los estándares de producción en la industria alimentaria cambian constantemente, siempre es aconsejable plantear cuestiones específicas directamente a un rabino.
Mascotas
Pesaj presenta un desafío único para los dueños de mascotas. Las leyes de Kashrut sólo corresponden a los judíos y, aunque Bamba, Fido, Bela o Fluffy puedan parecer miembros de la familia, no se espera que sigan las leyes de Kashrut. Pero Pesaj todavía presenta un desafío porque a los judíos no sólo se les prohíbe comer jametz sino también beneficiarse de él. Usarlo para alimentar a nuestras mascotas generalmente se considera un beneficio para sus dueños judíos y, por lo tanto, no está permitido. La comida que damos a nuestras mascotas en Pesaj no necesita ser kasher pero no debe contener jametz.
Si contiene alguno de los productos kitniot restringidos secundariamente no es un problema. Es posible encontrar alimentos para mascotas que tengan una certificación kasher lePesaj y también es posible encontrar alimentos para mascotas que no contengan jametz. Si cambia a un alimento diferente para su mascota para Pesaj, debe comenzar el cambio gradual con anticipación para evitar problemas durante la festividad.
Las corrientes jasídicas demuestran su devoción a través un rigor extra en el cumplimiento de los preceptos, buscando estas jumrot, para cumplir lo más exigentemente posible la ley judía. Hay una frase talmúdica que dice “Todo aquel que es riguroso en el cumplimiento de las leyes de Pesaj, vendrá para él bendición”, y esto produce un efecto muy fuerte en las costumbres jasídicas de Pesaj. Si usted no pertenece a esas corrientes, puede comer tranquilamente matzá remojada (Kneidalaj, por ejemplo), sin temor a estar transgrediendo los preceptos de Pesaj.
Traducción realizada gracias al apoyo del Instituto Rabino Reuven Hammer para el Aprendizaje Judío Masorti. Puedes conocer más aqui.
Si encuentra un error, mandenos un email: feedback@exploringjudaism.org
Authors
-
Masorti Olami builds, renews and strengthens Jewish life throughout the world, with efforts that focus on existing and developing communities in Europe, Latin America, the Former Soviet Union, Africa, Asia and Australia.
View all posts -
The Reuven Hammer Institute for Masorti Jewish Learning expands and supports the local Giyur (conversion) process for our communities around the world. Together with Masorti Olami, The Hammer Institute deepens their work through developing more materials, increasing our presence, and including more interested candidates. Giyur was a topic very close to Rabbi Reuven Hammer z”l’s heart, and he spent his life dedicating his work towards the worldwide Masorti/Conservative movement.
View all posts